Matic, Uniswap… las criptomonedas que promueven el DeFi (finanzas descentralizadas) están teniendo su momento

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Es un hecho que la cripto-economía como concepto (e invento) surgió de la mano del inaugural Bitcoin, pero lo hizo saliendo de entre las sombras por el todavía hoy oculto (y reincidentemente ocultado) Satoshi Nakamoto. Y es que ni siquiera sabemos si Nakamoto es todo un “reptiliano”. Detrás de este pseudónimo es muy probable que se pueda ocultar incluso un estado con el suficiente músculo científico-técnico-económico para inventar algo así de disruptivo, y que además tenga la capacidad de forzar a varios equipos multidisciplinares a mantener su trabajo en el más absoluto secreto. Siendo nosotros unos auténticos cripto-entusiastas que hemos predicado las bondades de esta tecnología en sus momentos más bajos incluso tras el pinchazo de la pasada burbuja], lo cierto es que tampoco pecamos de ser ya unos cripto-desaforados, y no se puede negar que la cripto-economía también presenta algunos riesgos (y oculta deliberadamente otros), y que se hacen inevitablemente extensivos al conjunto del sistema bancario-financiero como tal con las Finanzas Descentralizadas.

A esa teoría del estado oculto tras la enigmática identidad del parturiento de Bitcoin, además se añadiría el agravante de no ya de por qué se ocultó tras el famoso pseudónimo de Satoshi Nakamoto en el momento del lanzamiento estelar de Bitcoin, sino por qué puede estar optando ahora por seguirse manteniendo en la oscuridad. Lo realmente sospechoso es que lo siga haciendo en un momento en el que la cripto-economía ya está claro que ha sido uno de los grandes inventos del siglo (sino el mayor). De hecho, ya hay centenares de otras iniciativas cripto ahí afuera, muchas de ellas de DeFi, y que ya están siendo desarrolladas por terceros a cara descubierta y sin entrañar ya ningún tipo de peligro para sus desarrolladores que pudiese justificar hacerlo desde el anonimato como Nakamoto, siendo éstos incluso de Universidades y polos de talento de primer nivel como puede ser el MIT. ¿Por qué se sigue escondiendo pues Satoshi Nakamoto tan celosamente, cuando realmente si revelase su identidad ahora ya muy probablemente se le consideraría un auténtico genio y sería ensalzado por propios y ajenos? Pues como decía mi abuela: “Cuando las cosas no se entienden es que hay algo (más) que no se sabe”.

Independientemente de lo que inventase Bitcoin como primera cripto-moneda, y en especial en lo relativo a lo realmente disruptivo que es el Blockchain, es innegable que, tras Bitcoin, otras alternativas cripto vinieron inventando más y mejores conceptos, igual o más disruptivos que los iniciáticos que trajo el propio Bitcoin. Una de esas alternativas tan innovadoras fue la cripto Ethereum del igualmente disruptivo Vitalik Buterin. Con él vimos nacer un ecosistema con el que cobró pleno sentido lo que ya son las Finanzas Descentralizadas en estado puro, que fueron catalizadas mediante la invención de los contratos inteligentes y de los tokens ERC-20 de la famosa red descentralizada y que le han contribuido determinantemente a que Ethereum ocupe el segundo lugar en el cripto-universo tras el rey Bitcoin.

Pero, al igual que Bitcoin adolece en la actualidad de cierta falta de la innovación más disruptiva, y además haga que sus usuarios padezcan la congestión de su red y unos “fees” que hacen que algunos se pregunten que qué clase de liberación financiera es ésta, Ethereum también presenta a día de hoy algunos grandes inconvenientes. Ethereum lleva ya trimestres en los cuales la congestión de su red es un hecho que, entre otras consecuencias negativas, hace que el precio de su GAS se dispare, y que sus usuarios tengan que soportar unas comisiones disparadas. Aparte de ello, y también en relación con ese mismo problema, Ethereum todavía no ha conseguido desprenderse por su parte de ese imperdonable error de diseño inicial de Bitcoin que fue una Prueba-de-Trabajo que además les haga ser auténticos derrochadores de energía de la forma más inútil, algo especialmente inadmisible en la época del cambio climático y la eficiencia energética. El hecho es que Ethereum aún no ha sido capaz de dar el salto a la infinitamente más sostenible y con más sentido Prueba-de-Participación.

Porque el hecho es que, bien sea para Bitcoin, para Ethereum, o para cualquier altcoin basada en una Blockchain descentralizada, escalar una red centralizada con unos pocos servidores para hacerla más potente y que pueda cursar más operaciones es infinitamente más sencillo que en el caso de una descentralizada. Y es que en una red descentalizada no podemos olvidar que una red como la de Ethereum está compuesta por miles de nodos funcionando simultanea y coordinadamente, que realizan como conjunto millones de transacciones diarias, con toda la complejidad operativa añadida que ello implica. El obvio beneficio es la seguridad que supone que la información sea mucho más difícilmente alterable al dejar de residir en un único servidor centralizado mucho más fácilmente hackeable, y pase a residir en miles de nodos a un tiempo casi imposible de hackear todos simultáneamente. Ahora bien, tampoco estas redes son seguras al 100%, y los ataques del 51% son literalmente el atraco al cripto-banco con el que pueden robarle todo su cripto-dinero por muy seguro y offline que lo guarde usted en un almacenamiento en frío.

Toda esta complejidad no obstante deriva en parte que la carga computacional de la gestión descentralizada, e implica momentos con comisiones desorbitadas, y todo ello ha hecho que la comunidad DeFi más desencantada se haya lanzado a inventar nuevos conceptos innovadores, y que al menos traten de paliar las fallas de Ethereum.

Y entre tanto desencanto, llegaron las primeras opciones que se propusieron paliar desde ya la gran falla que dificultaba el advenimiento de las DeFi

Hubo desde el primer momento opciones que en poco tiempo decidieron saltar al ruedo con soluciones para todo lo anterior de los Blockchains que no escalaban y cuya congestión degradaba las redes y aumentaba imperdonablemente los “fees”. Así nació Binance Smart Chain (BSC) como una de las primeras opciones con vocación de ser nativamente descongestionadas. Y el mercado la abrazó con ganas, y así la utilización de la red de BSC ya ha llegado a alcanzar en poco tiempo picos del 80% y se suele mantener de forma estable por encima del 60%. Y así esta red sólo llegó para prometer solventar las mismas fallas que posteriormente ella misma presentó, y es que las comisiones de esta red alternativa se dispararon igualmente para nuevo desencanto de los más amantes de las DeFi. El resultado ha sido que la red BSC consiguió salir al cripto-mercado sacrificando buena parte de la descentralización nativa de Ethereum, para encima acabar igualmente con el mismo problema de escalabilidad. Se podría decir que BSC murió de éxito, puesto que llegó a superar al propio Ethereum en transacciones diarias en nada más y nada menos que un 600%.

Hubo otras Blockchain como Solana que optaron igualmente por el mismo modelo (sin mucho sentido) de sacrificar injustificablemente la descentralización, que realmente sólo significa renunciar precisamente al mayor valor del Blockchain como innovación. A pesar de la rapidez y los bajos costes que trajeron estas dos alternativas (al menos inicialmente), hay que decir que realmente como red no se le llegaron a acercar ni de lejos a Ethereum, al menos en dimensionamiento: Solana cuenta con unos 600 validadores activos mientras que BSC apenas cuenta con unos 42, mientras que Ethereum cuenta con más de 5000, y ello no sólo significa descentralización masiva, sino también seguridad añadida. Y entonces la desencantada comunidad DeFi abrazó una nueva propuesta de solución hiper-escalable que aumentase la capacidad de la red, redujese a la vez los tiempos de transacción y los costes. Son las denominadas redes “de segunda capa”, y que son las soluciones más inmediatas y que aportan mayores opciones de subsanar de forma sostenible y aceptado estos graves problemas, porque lo cierto es que la solución definitiva que sería Ethereum 2.0 todavía queda muy lejos y ni siquiera tiene todavía fecha de puesta en producción. Ésta es la principal razón por la que estas alternativas cripto están actualmente viviendo su momento en el mercado.

¿Qué son esas soluciones de Capa 2 que están haciendo furor en el cripto-mercado?

Pues bien, si bien la solución es buena, no deja de ser obvia. Si el problema pasaba por el hecho inevitable de que la red Ethereum estaba letalmente congestionada, la opción más lógica era optar por soluciones que tratasen de descargar transacciones de esa red principal para tratar de procesarlas en una red secundaria. Es lo que se conoce respectivamente como Capa 1 (Ethereum) y Capa 2, siendo la Capa o Layer 2 cualquier solución de red diseñada para aumentar la escalabilidad de Ethereum ejecutando transacciones fuera de la cadena de la Capa 1. Y obviamente, como en casi todo reto técnico, ni hay una única solución, ni todo son ventajas. De hecho, hay varias soluciones de Capa 2 posibles, y cada una presenta sus ventajas y desventajas. Aquí en el mundo técnico no suele haber soluciones mágicas, y todo son balances a sopesar detenidamente de cara a intentar diseñar el mejor futuro DeFi posible.

La primera de las opciones de Capa 2 son las denominadas “Cadenas laterales o Sidechains”. Se trata de cadenas de bloques independientes que son ejecutadas de forma paralela a la red Ethereum, que cuentan con sus mineros propios, un algoritmo de consenso también propio, e igualmente con su propio puente para derivar cripto-activos tanto hacia y como desde la cadena principal de Ethereum. Y en su principal ventaja está a la vez su principal debilidad: el mayor inconveniente que presentan es precisamente que no permiten aprovecharse del alto grado de descentralización logrado por la red Ethereum, por lo tanto son inevitablemente mucho menos seguras que otras opciones de Capa 2. No obstante, hay un tipo de sidechains conocidas como Plasma chains que tratan de minimizar estos graves inconvenientes publicando las raíces de cada bloque de la cadena de plasma en la red principal Ethereum, y haciendo así que (al menos parte de) la seguridad de Ethereum sea heredada por la cadena lateral de Plasma chain.

Otra opción es aprovecharse de las cualidades de la red Ethereum, pero tratar de hacerlo reduciendo la dependencia de ella, y por lo tanto minimizando sus retardos y rebajando sus costes. Así la opción lógica y posible es que la red de Capa 2 utilice la red Ethereum y toda su descentralización y seguridad, pero sólo de forma limitada, limitando así también sus inconvenientes. La solución pues pasa por que la Capa 2 compile un alto número de transacciones en un lote de transacciones muy grande, y sea ese lote como conjunto lo que envía a verificar a la red de Capa 1 de Ethereum. Es lo que en el sector se conoce como Rollups. Dentro de la opciones de Capa 2, algunas de las propuestas más “calientes” del mercado son Polygon (o Matic), xDai, o Ronin, que en estos casos son todo cadenas laterales o sidechains.

Y todo esto sin entrar de nuevo en cómo otras cripto-monedas, con otras propuestas totalmente apartadas del universo Ethereum y su Capa 2, pero han conseguido igualmente transacciones a la velocidad del rayo, con costes ínfimos, con contratos inteligentes (de verdad), y creando un ecosistema al más puro estilo DeFi con stablecoins y otras variantes propias de las Finanzas Descentralizadas. Es algo que ya les analizamos en Alternativas como Stellar o Cardano superan a Bitcoin en bastantes aspectos, y son buenos candidatos a adelantarle en el largo plazo.

Así sí que se puede aspirar a la adopción generalizada, con un sistema que es capaz de desafiar de verdad a Visa y otras redes centralizadas

Por definición, todas y cada una de las soluciones de segunda capa suponen el despliegue y utilización de una red paralela alternativa a la principal de Ethereum. Pero esto supone una penalización per sé, y es que con ello se corre el riesgo inevitable de que sobrevenga una fragmentación o incluso atomización del ecosistema Ethereum, con una proliferación de redes que disperse tanto a los proyectos como a las comunidades de usuarios. Pero no caigan en coger sus cripto-bártulos y salir corriendo ya de las redes de Capa 2. De nuevo, el mundo técnico tiene una buena solución para esta encrucijada, y es que por ejemplo la red Polygon ha optado por atajar esta dispersión construyendo una infraestructura al estilo de una suerte de federación, para que así todas estas segundas capas (así como cualquier otra red compatible con Ethereum) puedan interoperar entre sí, revertiendo la atomización y catalizando todo lo contrario: la unión hace la fuerza.

No obstante, al igual que para la llegada de la ansiada Ethereum 2.0, para esta solución definitiva de Capa 2 también falta mucho recorrido por avanzar. Ahora mismo, Polygon prácticamente está empezando a hacer sus “pinitos” en la primera implementación de su Matic Blockchain como red paralela de segunda capa de Ethereum, y lo mismo con su Matic Plasma, que es la panacea de esa infraestructura de interoperabilidad entre redes secundarias y la red principal Ethereum. Pero sea como sea, parece que la hiper-escalabilidad por fin será una realidad de la mano de Matic, con la que una red de segunda capa será capaz de soportar más de 65.000 transacciones por segundo. Esta cifra “mágica” equipara ni más ni menos las 65.000 transacciones por segundo que es casualmente la misma carga que es capaz de soportar la red de una de las compañías estandarte de las redes centralizadas como es Visa. Y, en todo caso, supera ampliamente las escasísimas y exiguas 15 transacciones por segundo que actualmente soporta la red Ethereum sin ninguna segunda capa, y también las poco más de 17 transacciones por segunda que conseguía BSC a costa de sacrificar la descentralización para conseguir poco más rendimiento. Ahora sí que las DeFi pueden llamarse Finanzas Descentralizadas con todas las letras, y se sitúan a la altura de poder construir un sistema financiero alternativo de verdad.

Y el resultado no podía ser otro, así la disruptiva capa 2 de Polygon está cosechando éxitos logrando en poco tiempo tener multitiud de usuarios, y con ellos, grandes avalanchas de volumen que por fin su arquitectura técnica es capaz de soportar sin “sablazos” en las “fees”. Polygon ha superado ampliamente el ritmo de adopción de BSC que ya fue de por sí vertiginoso. Ello sólo evidencia la potencia y las ganas de crecer que hay actualmente en el mundo DeFi, y que éste sólo aspira a construir una alternativa real de verdad: acudirá a la opción que por fin se lo dé en su pleno potecial. Y todo este crecimiento la red Polygon es capaz de conseguirlo a pesar de los volúmenes que va pasando a soportar, principalmente porque las comisiones se mantienen por diseño en importes irrisorios, y la rapidez de las transacciones sigue siendo envidiable para otras opciones: aporta un tiempo de confirmación de bloque de menos de dos segundos.

Con todos estos avances, realmente la única disyuntiva a la que se enfrenta esta cripto-alternativa es si la red Polygon en su pleno y más amplio potencial llegará a tiempo de consolidarse y convertirse en una red alternativa por sí misma, o si para cuando lo haga la red Ethereum 2.0 habrá llegado ya por su parte, haciendo en parte innecesaria las innovaciones que otras cripto como Polygon traían de la mano. O tal vez para entonces sea otro cripto-universo paralelo como el de Stellar el que se haya impuesto y haya catalizado las DeFi y su adopción masiva. El mundo cripto es apasionante, tan apasionante como el ritmo trepidante que impone. Lo que está claro es que en este mundo no nos aburrimos (ni intención que tenemos).

FUENTE: elblogsalmon.com

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